Loco, loco, loco, loco…
Y hasta aquí la absurda historia
de este loco empedernío
que sin pretender la gloria
siempre ha sobrevivío.
Aunque para subsistir,
además de lo que doy,
hay que estar loco, vil loco.
y por suerte…, yo lo estoy.
Hoy he vuelto a coger
con mis manos la luna
y he soñado otra vez
que es posible soñar si te dejas llevar
con el alma desnuda
volando entre los vientos de la libertad.
Hoy he vuelto a creer el la fe de los locos,
esos que hacen reír cuando toca llorar,
que no tiene que ver
ni son como esos otros
que se tienen por cuerdos
y son locos de atar.
Hoy he